
La cobertura previsional
Se entiende como cobertura el grado en el cual los ciudadanos están protegidos por un Sistema de Pensiones. Es en realidad el fin y designio de la ley que creó el Sistema. A veces me da la sensación que el interés por la cobertura no se manifiesta en acciones concretas profundas, que calen en la población, que despierten interés real por pertenecer al Sistema. Y digo esto porque existen formas rápidas, sencillas y democráticas de ampliar la cobertura en el Sistema Privado de Pensiones. Fíjese, el artículo N°1 de la ley señala literalmente lo siguiente:
“El Sistema Privado de Administración de Fondos de Pensiones (SPP) tiene como objeto contribuir al desarrollo y fortalecimiento del sistema de previsión social en el área de pensiones y esta conformado por las Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones (AFP), las que administran los Fondos de Pensiones a que se refiere el Capitulo II del Título II de la presente Ley y otorgan obligatoriamente a sus afiliados, las prestaciones de jubilación, invalidez, sobrevivencia y gastos de sepelio a que se refiere el Capitulo V del Título II de la presente Ley”.
En pocas palabras, se crea un sistema que tiene un objetivo: Contribuir al desarrollo y fortalecimiento de la previsión social, es decir se tiene implicito el concepto de cobertura como objetivo último y supremo. Pero ¿cómo ampliar la cobertura de un sistema si son muy pocos los que quieren participar de él? No hay que leer a Adam Smith para entender que las personas adquieren un producto de manera racional cuando este les interesa o cubre una necesitad vital, si no hay interés o no hay necesidad la persona destina sus recursos escazos en otro producto o servicio de mayor necesidad y atractivo. Hablemos claro: El Sistema de Pensiones peruano no es atractivo para muchos, y aquí incluyo al público y al privado. En este artículo me centraré en el privado ya que es el más grande de los dos.
Primero quisiera presentar algunas ideas que ya han sido planteadas por otros autores, me refiero a Eduardo Moron, autor del libro “Diez Años del Sistema Privado de Pensiones” y a Juan José Marthans, autor de “Una propuesta para reformar los sistemas privados de pensiones”. Las iniciativas de ambos economistas son muy buenas y prácticas, de hecho recomiendo la lectura de ambos libros para cualquier persona que quiera entender la historia del sistema, sus problemas y soluciones. Luego presentaré mis ideas, menos ortodoxas por supuesto, pero con un impacto aun mayor en la ampliación de la cobertura.
Marthans señala que además de explicar y mostrar la buena rentabilidad que ha dado el sistema en estos 20 años, de la necesidad de bajar las comisiones mediante mecanismos de competencia, de mejorar la calidad de servicio de las AFP (que desde mi experiencia es realmente indignante), se debe crear un Sistema de Pensiones Solidarias que…”eventualmente ofrecería cuentas individuales con contribución parcial del Estado, en un esquema semicontributivo..” y continua..” el Estado no debería limitar el acceso a toda institución financiera regulada por la SBS cumpliendo todas las normas que ella establezca”. A lo largo del libro se detalla este Sistema de Pensiones Solidarias, el rol del estado para contribuir con ellas con el fin de ampliar tremendamente la cobertura y la famosa cultura previsional.
Marthans también propone que los fondos de pensiones sirvan como garantía parcial para la compra de viviendas, idea que también ha sido propuesta en Chile, que además es lógica habida cuenta que el afiliado debe pagar intereses al banco y al mismo tiempo comisión a la AFP, por su mismo dinero!! Esto por suerte ya se implementó en el Perú
Asimismo, señala que las administradoras “tienen la creencia errada de que ampliar la cobertura es sinónimo de incorporar a un segmento de la población de escasos recursos”, y esto es claro pues las AFP viven de las comisiones, por tanto no les convendría afiliar a ciudadanos rurales de escasos recursos. Esta falta de iniciativa de las AFP se paliaría si el estado contribuyera con una parte del aporte, es decir, como señale arriba, un Sistema de Pensión Solidaria. La gran pregunta es cómo se financiaria.
Un dato importante que Marthans recalca es que la reforma del sistema eliminó los “planes de permanencia“ en los cuales la administradora le devolvía al afiliado parte de la comisión pagada una vez que transcurriera cierto periodo. La única AFP que tenía estos magníficos planes era Profuturo AFP, pero lamentablemente la reforma del sistema -de manera inexplicable- los eliminó. Una cosa más. Marthans y Stok explican que el índice de concentración y poder de mercado de las AFP existentes es muy alto, por tanto esta realidad genera barreras de entrada a nuevos competidores, de hecho señala que el indicador de concentración de mercado para las administradoras en el Perú es uno de los más altos de la región. Vale decir que esta tesis contrasta con la tesis de Morón y Carranza los cuales señalan que no existiría concentración en el mercado. Lo curioso es que ambos textos usan exactamente el mismo índice, pero obtienen conclusiones contrarias.